El precio de una vida en el presupuesto de una flota
El presupuesto de una flota debe ser administrado de forma inteligente para que esta sea rentable y las unidades desempeñen su trabajo con eficiencia en la carretera. En anteriores ediciones hemos hablado del costo por kilómetro recorrido, CPK, y de la manera en que tener un control del consumo permite visualizar las ganancias o las pérdidas que está generando la flota.
Es posible asignarle un costo al consumo de combustible, llantas, servicios de mantenimiento, etc. Pero ¿cuál es el costo de una vida? Hay varios factores que pueden provocar que una o más vidas sean víctimas del transporte pesado. La falta de capacitación en la revisión y mantenimiento de las unidades por parte de los pilotos y operadores antes de salir del predio, el mal estado de las carreteras, el estado de las llantas, el exceso de velocidad, el desvelo, la ingesta de bebidas alcohólicas en horario laboral, las malas prácticas de conducción, todos estos son errores que pueden costarle la vida al conductor y, en muchos casos, a terceras personas inocentes. Estos errores no tienen precio.
No es posible cuantificar económicamente o ponerle precio a la vida de una persona, pero sí se puede y se debe poner precio a prevenir, es decir, invertir en adelantarse a este tipo de situaciones de peligro.En el 2016 se reportaron 678 accidentes ocasionados por transporte pesado, las causas más comunes fueron: exceso de velocidad, irrespeto a las señales de tránsito, manejar en estado de ebriedad y maniobras de manejo incorrectas. Marzo y Diciembre fueron los meses con el índice más elevado de accidentes viales cobrando 25 víctimas mortales en el 2016.
En Guatemala están establecidas leyes que tienen por objetivo mantener la seguridad del piloto y terceras personas, leyes que son obligatorias y deben ser seguidas al pie de la letra, como las publicadas en el Decreto Número 45-2016 de El Congreso de La República de Guatemala. Los seguros deben servir para poder responder ante una tragedia, pero este tipo de accidentes deben ser eso; accidentes, no resultado de errores. En una flota, desde el dueño hasta el piloto, deben estar conscientes del trabajo que realizan y el peligro que implica transitar por las carreteras de nuestro país sin ceñirse a las normas de seguridad dirigidas a prevenir posibles accidentes.
El transportista Héctor Mayorga de Corporación de Servicios Logísticos, implementa prácticas que protegen la seguridad de sus pilotos y de terceras personas. Nos comparte que algunos de los principales puntos de seguridad consisten en asegurarse del óptimo estado de la unidad, hacer una revisión 360o de la unidad antes de salir del predio, tener al día el seguro, mantener un control de velocidad por GPS y aplicar sanciones a los pilotos que sobrepasen los límites de velocidad autorizados. Otro punto, que depende de los criterios y el trabajo de cada empresa, consiste en efectuar la prueba de alcoholemia del piloto en la frontera de salida y la frontera de destino cuando son viajes fuera del país, esto con el objetivo de mantener un mejor control de los pilotos en la carretera.
Además es de gran importancia que las capacitaciones y cursos impartidos por las empresas que contratan flotas contengan pruebas de aptitud y capacidad, así como charlas de concientización y responsabilidad al volante, para influir en la forma de operar de los pilotos. En Honduras ya se extiende una credencial o “Tarjetón” que certifica la aprobación de un examen teórico y práctico para garantizar que los pilotos estén capacitados para manejar en las carreteras de dicho país.
Otra práctica que aplica la Asociación de Transportistas Internacionales, ATI, es el registro de perfiles de pilotos para mantener actualizado el control y registro del piloto y las unidades. Es importante que el responsa- ble de una unidad y de una flota realice un recuento de los métodos de seguridad que aplica actualmente en la logística de su flota y cuáles aún no aplica, para implementarlos y resguardar la vida de sus pilotos y de terceras personas, y el capital en daños materiales.
Las pérdidas materiales pueden cuantificarse y recuperarse, pero ¿cómo puede un hijo, una esposa, una madre recuperar la vida de este piloto o este conductor que fue víctima de estar en el lugar indicado frente a un cabezal que no estaba en el lugar correcto? Una vida no tiene precio y no puede recuperarse. Es indispensable ser conscientes al colocarse frente del volante o al colocar a una persona a representar a la flota manejando una unidad, y reducir en este 2017 estos fatales índices de accidentes y poner ese grano de arena por parte del gremio de transporte pesado.
Lic. David Salazar
Director General
Revista Transporte & Pesados
david.salazar@transporteypesados.com