Reesculturado La espinaca de Popeye
- Rafael Barboza
- 19 mar 2019
- 3 Min. de lectura

Todos deben acodarse del dibujo que marcó una generación entera, Popeye – el Marino. En su pelea homérica con Brutus y los salvamentos heroicos de Olivia. Cuando todo parecía perdido, nuestro personaje Popeye recorría a las espinacas para tener un “plus” en energía y ganar la batalla.
El reesculturado en las llantas de camión, funcionan, guardadas las debidas pro-porciones, como las espinacas de Popeye. Cuando la llanta parece haber llegado a su fin, un “plus” emerge para permitir que la llanta, que iba ser retirada, continúe activa. Sí, podría ganar de 15 a 25 % más en rendimiento kilométrico. Por lo tanto, cada 4 llantas reesculturadas, equivale a una llanta nueva.
El reesculturado homologado por los fabricantes de llantas es una buena herramienta a la disposición de los transportistas y usuarios camioneros, a pesar de que en Centro América no es muy común su utilización.
Es el reesculturado el proceso que reabre los surcos de las llantas, una vez que hayan llegado de 2 a 3 milímetros del indicador de desgaste de la llanta (Tread Wear Indicator, TWI). Para las llantas específicas en utilización, para ejes de tracción, el momento de hacer el reesculturado es de 4 a 6 milímetros del TWI.
Adicional a la ganancia de rendimiento kilométrico, el proceso reproduce las características iniciales de la llanta nueva (se debe mantener siempre el diseño original de la llanta), ganando más adherencia, y disminuyendo el riesgo de aquaplanaje. Con el aumento de la adherencia, existe una disminución de la resistencia al rodaje que disminuye el consumo de combustible. En una comparación entre 2 vehículos: uno con llantas nuevas, otro con llantas reesculturadas, se muestra una diferencia aproximada de 1.5 litros/100 Km.
(Prueba realizada en Francia en junio de 2007).
Para identificar una llanta en la que se pueda aplicar el proceso de reesculturado, en la lateral de la llanta debe estar marcada la palabra “Regroovable” o “Ressulcavel”. Al momento de reesculturar, la llanta debe presentar un desgaste de banda homogéneo (sin desgaste irregular), no debe presentar cortes, perforaciones, picoteos ni en la banda, flanco o en los talones y, claro, debe estar con los milímetros arriba marcados.
Hay que considerar también el beneficio ambiental del reesculturado: menor emisión de CO2 (en hasta 1.2 toneladas por conjunto, por año), menor cantidad de materia prima descartada (a cada 4 llantas reesculturadas, al menos una llanta nueva es fabricada) y una menor cantidad de llantas son descartadas por el medio ambiente.
No hay leyes impeditivas en cuanto al reesculturado en ningún de los países de América Central. La llanta reesculturada puede rodar en ejes delanteros, traseros o en ejes libres.
En el momento de hacer el reesculturado es muy im-portante procurar un especialista que tenga, no solamente los materiales necesarios para hacerlo, sino que también tenga la formación del fabricante de la llanta, para que se respecte las cuotas de reesculturado, que cambian según la marca, dimensión y escultura.
No se recomienda reesculturar llantas con utilización on/off (doble servicio) o so-lamente off (fuera de carretera). Y solamente las llantas nuevas pueden ser reesculturadas, no se recomienda para las llantas reencauchadas.
Esta importante herramienta de ahorro, aún poco conocida en América Central, podrá contribuir, de manera significativa para el ahorro anual de la flota. Procure un distribuidor especializado en la marca que utilizas y disfrute de sus beneficios.

Rafael Barboza
Gerente de marketing para llantas
de camión en América Central
Michellin
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